Después de descubrir que el hombre manco no es el mismo hombre que vio huir de su casa la noche del asesinato de Helen, Kimble huye de Los Ángeles, escapando de la redada de Gerard. Cansada de correr, Kimble espera pasar desapercibida en Santa Bárbara y finalmente le confía a Karen su secreto. Pero Gerard rastrea a Kimble hasta Santa Bárbara a partir de una sola pista que Kimble deja en la cárcel del condado de Los Ángeles: una coincidencia con la palabra "navega" impresa en ella. Cuando Kimble descubre que Gerard ha llegado a la ciudad buscándolo, con la ayuda de Eric, Kimble y Karen huyen en un velero y esperan terminar con la carrera fingiendo su muerte y la de Karen en un accidente de velero durante una tormenta en el mar.