El 22 de junio de 1941, los pilotos alemanes fueron los primeros en ver salir el sol. Antes de que terminara el día, las Fuerzas Aéreas Soviéticas habían perdido casi 2 000 aviones. La temprana superioridad aérea alemana dio un impulso significativo a la confianza alemana y dañó gravemente la capacidad militar y la moral soviéticas. Las guerras aéreas sobre la URSS entre la Unión Soviética y Alemania serían algunas de las más grandes y duras de la historia militar.