Arroyo Comanche (Colorado), 1875. A Bob Gifford, que forma parte de una agencia de detectives, cuyo trabajo consiste en perseguir y capturar forajidos, su jefe le encarga la misión de infiltrarse en una banda de Colorado que se dedica a liberar de la cárcel a malhechores, cuya cabeza tiene un precio, obligándolos después a asaltar bancos o diligencias a cara descubierta.