Lucía y Manuel están casados, tienen un hijo y les cuesta encontrar deseos en común. Creen compartir un sueño: la construcción de una casa con jardín fuera de la ciudad. Venden su apartamento y se instalan en el de la madre de Lucía a la espera de que la obra avance. Pero Manuel huye y se refugia en el hogar de sus padres donde se siente aliviado. Aunque no quieran admitirlo, Lucía y Manuel comienzan a vivir separados y también se distancian emocionalmente. Edificar un lugar donde reencontrarse parece difícil, descubrir lo qué han derrumbado, también.