Nicky y sus amigos corren peligro de perder su club juvenil, porque va a ser derruido para construir un nuevo complejo de oficinas, a menos que paguen 1500 libras a su propietario, el despiadado magnate Hamilton Black. Para reunir el dinero, Nicky graba una canción, que sus amigos transmiten por una emisora pirata. Pero Nicky guarda un secreto que no puede confesar ni a su novia: Hamilton Black es su padre..