El capitán Bradford ofrece a unos prisioneros confederados la oportunidad de quedar libres si acceden a servir como soldados de la Unión para proteger de los indios los fuertes fronterizos. El coronel Tucker acepta cuando Bradford le da su palabra de que no se pedirá a sus hombres que combatan contra los de su propio bando. Los envían al Fuerte Thorn, en Nuevo México, que está bajo el mando del comandante Kenniston, que odia a los rebeldes.